lunes, 10 de noviembre de 2008

Filmar en las calles

FILMAR EN LAS CALLES.


“(…) un director deja de ser libre si tiene necesidad de 700 millones para expresarse (…) la única razón que me ha permitido trabajar libremente es que Il pugni in tasca (Las manos en los bolsillos -1965-) ha costado quince veces menos…”
MARCO BELLOCCHIO, 1967.

Esta declaración del reconocido director italiano, es en gran medida la inspiración de este texto urgente, que no pretende ser un manifiesto, si no un llamado a la sociedad, un llamado humilde, una súplica al sentido común, aunque se haya dicho ya, hasta el cansancio, que el sentido común es el menos común de los sentidos.
Esta misiva nace de la necesidad que tiene la juventud actual de filmar. Nos sentimos muy afortunados de pertenecer a una generación que cada vez con más fuerza manifiesta esa necesidad.
El cine en nuestro tiempo, probablemente debido a la creciente democratización de la tecnología, ha cobrado una importancia inusitada, y al igual que la música y el resto de las artes, ha configurado un lenguaje universal que ha mutado con el tiempo; y es precisamente ahora, en este momento, que el cine se ha vuelto inevitable.
Vivimos en una “sociedad visual” como lo han establecido ya los filósofos posmodernos, esa es otra de la razones por las cuales el cine es insoslayable.
No obstante la relativa juventud del arte cinematográfico, su expresión se ha hecho contundente; proliferan festivales de cine en todas las latitudes del globo terráqueo y la gente acude ávida a las salas, para ver nuevas propuestas.
Es indiscutible que esta situación encuentra sus raíces en la naturaleza seductora inherente al cine, pero también en la lucha cruenta de los cineastas contra la adversidad, en la nouvelle vague francesa, en el free cinema inglés, en el Nuevo cine mexicano, y también, hay que decirlo, en la constancia de nuestros directores de cada época, así como en la vanguardia artística de cada período.
A pesar de que el panorama en nuestro país con respecto a la producción cinematográfica, y al renacimiento de la industria, ha mejorado considerablemente en los últimos años, debido a los apoyos gubernamentales y privados; debido al surgimiento de nuevas narrativas y al triunfo internacional de muchos directores mexicanos, y gracias al esfuerzo de promoción y creación que otros artistas han hecho desde diferentes trincheras (como nuestro recién desaparecido Víctor Hugo Rascón) consideramos que aún hace falta mucho por hacer.
Estamos convencidos de que sólo la colaboración multilateral, pertinaz y las nuevas ideas pueden hacer crecer la calidad de nuestros productos fílmicos. De la misma manera, consideramos, que del apoyo que reciban las nuevas generaciones de creadores dependerá el crecimiento de una industria sana y competente.
Aplaudimos el surgimiento de programas en favor del arte, de incentivos para la juventud, de apoyos para artistas de generaciones venideras.
Agradecemos el interés y la ayuda incondicional que nos han brindado instituciones públicas y privadas.
Solicitamos compresión por parte de la sociedad civil, cooperación de los representantes de las diferentes delegaciones, de los gobiernos locales y el gobierno federal para hacer posible no sólo ésta, si no todas las filmaciones. Los invitamos a hacer una apuesta por el cine nacional y a que las calles de cada ciudad, de cada municipio, de cada delegación, las veredas de cada pueblo, se vuelvan escenarios y testigos de este desarrollo.
No recuerdo quien ha dicho esta frase, que ahora (por lo menos para nosotros) tiene más sentido que nunca: si la gente supiera lo que hay que hacer para hacer una película, entrarían al cine de rodillas.

Saludos cordiales.

La producción del cortometraje universitario “AMOR DEL BUENO”

MÉXICO, D.F. a 2 de Octubre de 2008.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Más de acuerdo no puedo estar. Y me parece muy interesante poner este ejemplo: el concurso "A toda mecha curtas Express 07" en Barcelona premiaba al mejor corto donde las obras debían ser concebidas en no menos de 60 horas. Pues este fue el ganador, se llama "Sen Escrúpulos" y fue hecho por Carlos Seijo. Espero te guste!

Sen Escrupulos

Miguel dijo...

"si la gente supiera lo que hay que hacer para hacer una película, entrarían al cine de rodillas", eso lo dice todo, felicidades!!! aprecio mucho el cine y la creación del mismo